Como un Antiguo Relato Bíblico nos
Enseña a crecer como persona
Quiero
contarte un antiguo relato extraído de
la Biblia. La historia cuenta, cómo después de escapar de Egipto, el pueblo
de Israel y deambulo por el desierto durante cuarenta años. Después haber
pasado toda una generación habitando lugares desérticos, se vieron justo frente
a la frontera de lo que sería su nuevo hogar, la anhelada tierra prometida de
Canaán. En ese momento, Moisés, líder escogido por Dios, selecciono a doce jóvenes exploradores de cada una de las
doce tribus de Israel para que investigasen este nuevo lugar. Aconteció que
después de esperar varios días, los doce exploradores regresaron al campamento
donde habitaba el pueblo de Israel, llevando con consigo nuevas noticias.
El
pueblo se alegró al ver a los doce jóvenes sanos y salvos. Entonces el pueblo
les pregunto, ¿qué era lo que habían visto? Diez de los doce jóvenes, respondieron “vimos una tierra en exceso
hermosa, fértil y abundante en riquezas. Pero nos va ser imposible
conquistarla, vimos que en aquel lugar habitan gigantes en los valles, estos
viven en ciudades fortificadas, además, nuestros enemigos los amalecitas viven
al sur y en las montañas otras tribus fuertes. Así que no nos molestemos en ir
hacia ese lugar”. A pesar de esto, solo Caleb y Josué los exploradores
restantes, trajeron un informe alentador acerca de su incursión a la tierra
prometida, asegurando que era posible derrotar a los enemigos si todos se
unían.
(Puedes
buscarlo y leerlo) Libro de Números, capítulo 13, versículo 33, dice: "Vimos allí también a los gigantes (los
hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció
que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos."
Si
analizamos muy bien este relato, encontraremos una gran enseñanza. Cada persona que quiera un crecimiento personal o espiritual debe acordarse de este relato.
Los diez exploradores que trajeron el informe de Canaán según su apreciación,
se veían así mismo como langostas, pequeños e insignificantes.
Si
tú no reconoces tú propio valor, los
demás tampoco lo van a reconocer. Si tú no entiendes tu grandeza, las
capacidades que tienes y las herramientas que posees para superarlo todo, si no
comprendes eso, los demás tampoco lo harán. Si te ves a ti mismo como una
persona incapaz, débil, desafortunada y pobre, las demás personas verán eso
mismo en ti.
Según
la Cábala (el estudio de la Torá) el alma tiene tres vestidos. El más
importante de todos es el pensamiento,
después viene la palabra y por
último, la acción. Y todos tres se
encuentran interconectados. Todas
las cosas que piensas, en determinado momento saldrán de tu boca y todo lo sale
de tu boca, llegará el día en el cual las vas hacer realidad, actuando con hechos. He aquí la importancia de los pensamientos que introduces en tu cabeza.
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