¿Qué determina los movimientos de
precios en los mercados?
Esta
es la pregunta más común cuando intentamos entender el fascinante mundo de las inversiones financieras.
Lamentablemente no existe una única respuesta aplicable a todos los activos en
cualquier período de tiempo, pero sí existen muchísimas herramientas que pueden
llevarnos a navegar con éxito por las
oscilaciones de los mercados.
Podríamos
decir que el precio de los activos depende de dos cuestiones: el valor económico o fundamental del mismo
y las percepciones de los inversores sobre ese activo.
El análisis fundamental
se encarga: de analizar las cuestiones económicas,
financieras y empresariales que determinan este valor de los activos,
mientras que el análisis técnico se
ocupa de estudiar la evolución de los precios para comprender las percepciones
del mercado y tomar decisiones de inversión en base a estos factores.
El análisis fundamental
puede diferenciarse en “top – down” (de arriba hacia abajo) o “bottom– up” (de abajo hacia arriba). El primero comienza
analizando las grandes tendencias
económicas globales para luego seleccionar en base a esto los mejores
países, sectores o industrias y en última instancia elegir los instrumentos más atractivos dentro de estos sectores
previamente seleccionados.
El
análisis bottom–up, en cambio, selecciona primero las empresas que mejores
perspectivas muestren para luego analizar cuestiones más generales como los
países o industrias en las que opera la firma.
El
análisis fundamental se encarga por tanto de analizar datos económicos de los
países o diferentes ratios de rentabilidad
o valuación de las empresas. Según la estrategia de cada inversor, se
pondrá mayor atención a algunos factores u otros. Los inversores que se enfocan más a índices, commodities o divisas
prestan mayor atención a las noticias de
la economía y cuestiones relacionadas, dado que son las que más afectan a
estos instrumentos. Quienes seleccionan acciones de empresas particulares, en
cambio, no pueden dejar de analizar la información particular de la compañía en
cuestión.
El análisis técnico, a diferencia del
fundamental, no presta atención a las variables financieras o económicas
que determinan el valor de los activos. Pone su foco en el comportamiento de
los inversores, con el objetivo de determinar cuál es la evolución más probable
del precio de un activo en el futuro. Los precios pasados de un instrumento son
la materia prima por excelencia del análisis técnico, que realiza estudios
gráficos y los combina con indicadores matemáticos para tomar decisiones de
inversión.
Un aspecto central del análisis técnico
consiste en la identificación de tendencias y su
aprovechamiento para la toma de decisiones en los mercados.
El
concepto de tendencias básicamente
implica que cuando un activo está subiendo o bajando de precio tiende a seguir
moviéndose en esa dirección por un período de tiempo.
Por supuesto que más tarde o temprano todas las tendencias llegan a su fin, pero la clave de este tipo de estrategias
consiste en mantenerse siempre a favor de la tendencia mientras esta siga
vigente, y cerrar la posición cuando la tendencia llegue a su fin.
La
forma más sencilla para identificar una
tendencia consiste en la simple observación de los gráficos de precios. Cuando
observamos que un determinado activo se encuentra marcando mínimos que son sucesivamente
uno más alto que el otro, podemos decir que estamos ante una tendencia alcista, mientras que cuando
vemos que los máximos de precios son más bajos a medida que corre el tiempo
decimos que estamos ante una tendencia
bajista.
Un soporte es un nivel de precios
en el cual aparecen gran cantidad de compradores y los precios dejan de bajar
para empezar a subir. Por otra parte, una
resistencia es un nivel en el cual la fuerza de los vendedores genera caídas de
precio. En este sentido, estamos ante una tendencia alcista cuando observamos soportes sucesivamente más
altos y ante una tendencia bajista cuando las resistencias son cada vez más
bajas.
Las
tendencias, además, deben definirse en
función de cada período de tiempo en particular, dado que es posible que
las tendencias sean diferentes según el
período de tiempo analizado. Un
activo puede estar en tendencia alcista de largo plazo (los últimos meses, por
ejemplo) y tener una tendencia bajista en los últimos días. o puede estar en
tendencia bajista de los últimos días pero estar subiendo en ese día, cuestión
que se observa en un gráfico de pocos minutos.
Muchas
veces es posible sacar provecho de estas diferencias en las tendencias de
distinto período temporal para tomar posiciones a precios convenientes. Tal
sería el caso cuando tenemos una tendencia alcista de largo plazo con un
descanso de corto plazo, lo que nos permite tomar posiciones a precios
atractivos dentro de una tendencia alcista.
Las
tendencias no sólo se analizan mediante la observación pura de gráficos con sus
soportes y resistencias. Existen
indicadores muy útiles para el análisis de tendencias que tienen que ver
con la observación de los promedios móviles de precios.
Un promedio móvil es un promedio de
los precios en los últimos períodos (ya sean meses, semanas,
días o minutos); se dice que es móvil porque el valor del indicador cambia
permanentemente. En un gráfico diario, el promedio móvil de 20 días dejará de
incluir mañana el precio de hace 20 días para incluir el nuevo precio.
Cuando los precios se encuentran al
alza, suelen encontrarse por encima de su promedio, o lo que
es similar, su promedio de corto plazo se encuentra por encima de su promedio
de largo plazo. Muchas estrategias de
trading con tendencias utilizan las medias móviles para comprar cuando el
precio se encuentra por encima del indicador y vender en caso contrario.
Otra herramienta cuantitativa para el
análisis de tendencias consiste en las bandas de Bollinger,
que son unas bandas alrededor de la media móvil (generalmente se utiliza la
media de 20 períodos) que miden cuando un activo se ha alejado mucho hacia
arriba o debajo de la media móvil en cuestión. Las bandas de Bollinger generalmente se utilizan para comprar cuando un
activo se acerca a la banda inferior y vender cuando se acerca a la banda
superior.
Las estrategias de seguimiento de
tendencias tendrán operaciones ganadoras y perdedoras,
como sucede con cualquier otra estrategia. No
existe una estrategia que genere un 100% de operaciones ganadoras en los
mercados financieros. Sin embargo, presentan una gran ventaja al brindar un
claro control de las pérdidas y permitir que las ganancias sean muy grandes
cuando se producen buenos aciertos.
En
estas estrategias las posiciones se cierran cuando la tendencia se considera
vulnerada, con lo cual se evitan así grandes
pérdidas de dinero que pueden ser muy nocivas para el capital económico y
emocional del operador. Las ganancias, en cambio, pueden ser muy grandes cuando
se producen aciertos y se las deja correr en base a la continuación de la
tendencia.
No
pretendemos decir que las tendencias sean el único factor importante a tener en
cuenta cuando se toma una decisión de
inversión, pero si hubiera que seleccionar un tema que no debe dejarse de
lado nunca, sobre todo cuando estamos dando los primeros pasos en los mercados,
este es sin duda el análisis de
tendencias. Análisis técnico y Fundamental: diferentes pero
complementarios.
En
el pasado, se consideraba que el análisis técnico y fundamental eran dos
disciplinas incompatibles, y eran muy fervientes las discusiones entre los
partidarios de un tipo de análisis u otro. Actualmente, sin embargo, cada vez más los inversores comprender las
bondades de utilizar ambas herramientas en conjunto y de manera
complementaria.
Supongamos
un inversor que considera que determinadas acciones son una buena inversión
para el largo plazo. Esta decisión se toma en base al análisis fundamental, pero sería realmente conveniente aplicar
un poco de análisis técnico para
buscar un punto de entrada que sea lo más conveniente posible.
Si la acción se
encuentra en tendencia bajista, aunque sea una buena inversión de largo plazo, lo más probable es que su precio
siga bajando durante un tiempo, así que no tiene sentido apresurarse en
concretar la operación. Aplicando algunas herramientas de análisis técnico se puede mejorar enormemente el retorno de las
decisiones basadas en análisis
fundamental.
De
la misma forma, un operador técnico
puede haber seleccionado un activo en base a su tendencia de precios, pero ser
bien consciente de cómo afectan a estos precios las noticias fundamentales.
Si
la empresa en cuestión, por ejemplo,
presenta un reporte de resultados muy inferior a lo que esperaba el mercado, el
operador sabe que los precios tienen altas probabilidades de sufrir fuertes
caídas. En lugar de esperar a que los niveles de precios confirmen el cambio de
tendencia puede resultar conveniente salir de la posición lo antes posible y
obtener así un mejor precio de salida.
En
definitiva, la vieja dicotomía que planteaba que una clase de análisis era
siempre superior al otro y además era el único que valía la pena considerar, va
perdiendo valor.
Los inversores
reconocen que tanto los determinantes económicos como el comportamiento de
las masas son variables que afectan al retorno
de las inversiones. Por supuesto que según la filosofía del inversor se le
prestará mayor atención a un tipo de análisis que a otro, pero complementar
ambas clases de estudios mejora enormemente la calidad de las decisiones.
Otro
tema que muchas veces preocupa a los inversores
radica en dónde y cómo encontrar fuentes de análisis e ideas concretas para
operar en los mercados financieros.
El problema no es sencillo, dado que la gran abundancia de información que
existe en la actualidad actúa muchas veces como un arma de doble filo.
Por
un lado, resulta muy positivo poder consultar diversas fuentes que brinden
análisis que nos ayude a gestionar
de la mejor manera posible nuestras inversiones, aunque en otro sentido, toda
esta avalancha de información puede resultar abrumadora para quienes no saben
bien a qué fuentes darles crédito o cómo interpretarla.
Además,
la cuestión de que resulte tan sencillo publicar información financiera y distribuirla
a costos nulos en Internet muchas veces juega en contra de su calidad Algunas
empresas o analistas a veces pueden publicar datos que no sea del todo precisa
o que esté redactada con la única
intención de captar clientes para sus negocios, sin demasiada contemplación
por generar contenido de calidad que resulte útil en sentido práctico.
Para
seleccionar lo mejor posible las fuentes de información, recomendamos tratar de
conocer de antemano a quiénes publican
determinado análisis. Además, debe hacerse responsable en todo sentido por
emitir una valoración crítica e independiente sobre ese contenido antes de
tomar alguna decisión.
No
es tan difícil separar la paja del trigo en esta industria, pero debe tomarse
el trabajo de evaluar con cuidado las intenciones y la calidad profesional de
las diferentes fuentes. Cuando alguien brinda opiniones sin demasiado
fundamento, o si el análisis parece demasiado sencillo para ser verdad, con
alguna propuesta del tipo “hacerse millonario rápido y sin esfuerzo” estamos
ante una situación que debería generarnos algunas dudas.
Incluso
cuando las fuentes son competentes y bien intencionadas, es necesario que cada
inversor decida si está de acuerdo o no con determinado análisis, o si la
alternativa planteada es indicada para su perfil.
No
debemos olvidarnos nunca de que esta no es una ciencia exacta aunque se
apliquen mucho las matemáticas. Como no existen resultados garantizados, cada
uno debe prestar atención a las fuentes que consulta y asumir plena
responsabilidad por los resultados que surgen de operar esto.
Conviértase en un Inversionista Profesional, Mas Detalles Clic Aqui
0 comentarios:
Publicar un comentario