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viernes, 11 de marzo de 2016


Bonos

Los bonos no son otra cosa que títulos de deuda de una empresa o un estado que cotizan en un mercado organizado. Hoy en día, es muy sencillo invertir en diferentes clases de bonos mediante EtF, CFDs (CFDs de EtF), y fondos de inversión.

En términos generales, el precio de los bonos se mueve de manera inversa a la tasa de interés que pagan: mientras más bajo el precio, mayor es el retorno esperable por el accionista. Esta puede modificarse por movimientos en los niveles generales o por cambios en la percepción de riesgo que tienen los inversores sobre esa clase de bono en particular.

Mientras mayor sea el nivel general de tasas, más grande deberá ser el retorno del título para que se lo considere una inversión conveniente. En el mismo sentido, a mayor riesgo, más alta será la rentabilidad que se le exige para que resulte atractivo a los inversores.

En general, un concepto importante a tener en cuenta es que mientras menor sea el plazo del bono (o índice de bonos) menor será su volatilidad. Obviamente, también influye en la volatilidad de precios, el nivel de riesgo de incobrable que presente el emisor.


Algunos (como los de bajo riesgo) tienden a moverse en sentido inverso a los índices accionarios, al menos en algunos períodos. Esta característica para subir cuando muchos otros activos bajan implica que suelen agregar valor a la hora de diversificar la cartera de activos del inversor.



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