Bonos
Los
bonos no son otra cosa que títulos de
deuda de una empresa o un estado que cotizan en un mercado organizado. Hoy
en día, es muy sencillo invertir en diferentes clases de bonos mediante EtF, CFDs (CFDs de EtF), y fondos de
inversión.
En
términos generales, el precio de los bonos se mueve de manera inversa a la tasa
de interés que pagan: mientras más bajo el precio, mayor es el retorno esperable por el accionista. Esta puede
modificarse por movimientos en los niveles generales o por cambios en la
percepción de riesgo que tienen los inversores sobre esa clase de bono en particular.
Mientras
mayor sea el nivel general de tasas, más grande deberá ser el retorno del
título para que se lo considere una inversión conveniente. En el mismo sentido,
a mayor riesgo, más alta será la rentabilidad que se le exige para que resulte
atractivo a los inversores.
En
general, un concepto importante a tener en cuenta es que mientras menor sea el plazo del bono (o índice
de bonos) menor será su volatilidad. Obviamente, también influye en la
volatilidad de precios, el nivel de riesgo de incobrable que presente el
emisor.
Algunos
(como los de bajo riesgo) tienden a moverse en sentido inverso a los índices
accionarios, al menos en algunos períodos. Esta característica para subir cuando
muchos otros activos bajan implica que suelen agregar valor a la hora de diversificar la cartera de activos del
inversor.
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